LA RESPIRACIÓN
Respirar con conciencia es lo primero que se debe hacer en las meditaciones. En mis sesiones, os explicaré que tomar conciencia de la propia respiración surte en nosotros/as un cambio importante. Es un primer contacto con nuestra esencia. Al salir del modo automático activamos una nueva dimensión en nosotros/as mismos, sintiendo la vida a través de esta acción tan simple y aparentemente insignificante.
Tras reconocer la importancia de la respiración consciente te invitaré a la toma de conciencia del cuerpo, adoptando una posición cómoda pero verticalizada, tomando conciencia del propio cuerpo como instrumento primordial al que hay que honrar y amar.
En una de las partes de la meditación (no siempre en todas, en algunas simplemente se toma conciencia del cuerpo sin visualización) os pediré que visualicéis vuestros cuerpos siendo bañados de luz blanca empezando por los pies y terminando en la coronilla, iluminando todo el cuerpo por dentro y por fuera, sintiendo como vuestras células respiran esta misma luz al unísono, renovándose, liberándose y reconociéndose.
EL CUERPO
Al reconocer el cuerpo como un mecanismo orgánico que nos permite experimentar aquí y ahora, en esta realidad, desde la fisicalidad de la carne, dónde si nos pellizcan duele y nos podemos romper, podemos adoptar determinadas actitudes que intoxican el cuerpo y este se debilita y generamos enfermedad.
Si tenemos determinadas emociones o pensamientos también lo sentimos en el cuerpo, y si hay un trauma sin resolver también puede generar un estado de desbalance. Y ahí está nuevamente otro punto importante, otro” darse cuenta”, de que el cuerpo no es el único instrumento que nos permite experimentar Ser.
En este proceso de acompañamiento que haremos juntos/as será importante que entender el perfecto orden de la propia existencia, que de a poco, gracias a estos “darse cuenta”, se van desplegando a cada paso que damos.
LOS PENSAMIENTOS
Los pensamientos están condicionados por el tipo de programación de cada persona, y suelen estar llenos de creencias auto limitantes, provenientes de una mente egoica, de un personaje creado y de una herencia transgeneracional distorsionada.
En nuestras sesiones intentaremos alejarnos de estas auto limitaciones impuestas heredadas, para afrontar nuevas realidades.
LAS EMOCIONES
Las emociones están íntimamente ligadas a los pensamientos, provocándose mutuamente.
Por ejemplo, los pensamientos de descalificación de hacía uno mismo/a, de juicio, provocan emociones de tristeza, vergüenza, sentimientos de culpa, de abandono, u otras carencias del ámbito emocional que puede llevar a pensamientos de suicidio generando un bucle de autodestrucción.
Los motivos por los cuales llevan a la persona a buscar la terapia Transpersonal están relacionados con la salud física, mental y emocional.
Hay una lógica que indica que somos cuerpo, mente y emociones pero también también existe el cuerpo espiritual que por diversas creencias lo confundimos o simplemente adoptamos conceptos diferentes.
Para mí la espiritualidad es el propio entendimiento del “Yo Soy”. Cuando estos cuerpos están en desbalance, en incoherencia la persona, se encuentra en un estado de sufrimiento.
Hablaremos de todas estas emociones en nuestras sesiones para llegar al entendimiento de nosotros mismos/as.
LA CONCENTRACIÓN
Trabajaremos la concentración desde un estado de presencia, ese estado en que nos sentimos Ser, sin adjetivos, sin verbos, sin juicios o proyecciones de tiempo pasado o futuro, sin más. Entre una exhalación y una inhalación consciente.
Este proceso requiere compromiso, se cultiva, es el inicio de un proceso evolutivo de conciencia para dejarse Ser aquí y ahora.
LA OBSERVACIÓN
La observación es la acción que unifica las experiencias de la persona, observar este complejo engranaje que está divinamente dispuesto a nuestro servicio.
Desde el entendimiento podemos ser testigos de nuestro cuerpo, nuestras emociones y pensamientos.
Practicaremos la observación meditando, percibiendo simultáneamente nuestra respiración, nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, nuestras emociones e incluimos también el espacio que nos rodea y los sonidos.
Con esta práctica meditativa suceden dos cosas muy interesantes: Una de ellas es que el testigo, el que observa, se des identifica con las circunstancias, los acontecimientos y cualidades experimentados por la persona y la otra es que se siente más cerca de sí mismo/a.
Es una paradoja interesante desde el punto de vista psicológico, pero de ahí surge el entendimiento de lo transpersonal, el entendimiento de la unidad que somos.
“Cuando la mente permanece en el «yo soy» sin moverse, se entra en un estado que no se puede expresar con palabras, pero que se puede experimentar”. - Nisargadatta Maharaj, “Yo soy eso”, 2000, página 18.